Orar es poderoso, pero la intercesión va más allá. Es como ponerse en la brecha y ser una voz ante Dios por aquellos que no saben que hay un Dios amoroso que desea estar con ellos.
Cuando oramos, a menudo es sobre lo que necesitamos o queremos. La intercesión, en cambio, es una forma específica de oración donde nos presentamos ante Dios en favor de otra persona. Es ser un defensor espiritual por otros, y cuando intercedemos por los pueblos no alcanzados, nos convertimos en la voz de aquellos que nunca han escuchado el nombre de Jesús.
Primero, ¿qué queremos decir con pueblo? Es un grupo de personas que comparten un idioma, cultura e identidad comunes. Generalmente se ven como parte de una comunidad, aunque estén dispersos en distintos lugares.
Por ejemplo: las comunidades sordas comparten cultura y lenguas de señas como ASL, los refugiados Rohingya enfrentan grandes dificultades como un pueblo desplazado, el pueblo Sámi conserva su herencia indígena en Escandinavia, y los Pashtún en Afganistán y Pakistán tienen una cultura fuerte en común.
Un pueblo no alcanzado es un grupo con poco o ningún acceso al Evangelio. Esto significa que no hay suficientes creyentes locales para compartir a Jesús con su propia comunidad. A menudo, no tienen Biblias, iglesias o recursos cristianos en su idioma.
Hoy, más de 3 mil millones de personas son consideradas no alcanzadas. Eso es más del 40% de la población mundial.1
“La cosecha es mucha, pero los trabajadores pocos. Por tanto, rueguen al Señor de la cosecha que envíe trabajadores a su cosecha.”
- Lucas 10:2
Cuando oramos por los no alcanzados, nos asociamos con Dios para ver Su Reino llegar hasta los confines de la tierra.
La visión de Dios es clara:
“Después de esto miré, y he aquí una gran multitud que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y del Cordero.”
- Apocalipsis 7:9
Cuando oramos por los no alcanzados, alineamos nuestro corazón con el corazón de Dios. Él desea que cada tribu, cada lengua, cada pueblo conozca Su amor.
Orar no son solo palabras, es acción en el ámbito espiritual. Cuando oramos por los no alcanzados, derribamos barreras espirituales, abrimos puertas para misioneros y recursos, y preparamos corazones para recibir el Evangelio.
“La oración de un justo es poderosa y eficaz.”
- Santiago 5:16
Busca la dirección del Espíritu Santo: Pide al Espíritu Santo sabiduría y dirección para orar por ese pueblo específico. Él puede revelarte cosas concretas para interceder.
Sé simple: Tus oraciones no necesitan ser largas o con palabras elegantes. Empieza pequeño pero sé constante — unos minutos pueden cambiar la eternidad de alguien.
No necesitas horas - solo constancia. Elige un pueblo no alcanzado para orar cada día o semana. Pon un recordatorio en tu celular, ora con amigos o familia. Momentos simples con Dios pueden cambiar la historia de una nación. 💖
En YWAM Nuremberg, creemos en el poder de la intercesión para transformar naciones. ¡Seamos los defensores que traen el cambio del evangelio al mundo!
1 The Traveling Team. (2024). Mission Stats, the Current State of the World. Retrieved from https://www.thetravelingteam.org/stats
2 Joshua Project. (n.d.) People Groups Maps. Retrieved from https://joshuaproject.net/resources/maps