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Abrazar el Discipulado: Seguir a Jesús en la Vida Cotidiana

Escrito por Josiah | 26.7.2023

El discipulado de Jesús no es sólo un concepto teológico confinado a los muros de la iglesia; es una forma de vida que se extiende a todos los aspectos de nuestras rutinas diarias. Como seguidores de Cristo, estamos llamados a emular sus enseñanzas y vivir los principios del discipulado en nuestra vida cotidiana. Al integrar estos principios en nuestros pensamientos, acciones y relaciones, podemos experimentar crecimiento personal, profundizar nuestra fe e impactar positivamente el mundo que nos rodea. Una Escuela de Discipulado y Entrenamiento (EDE) es una oportunidad increíble para pasar 6 meses creciendo con Dios... pero si usted quiere ir por Dios hoy, aquí hay algunas ideas de cómo cualquier persona puede vivir su discipulado a Jesús en cualquier día de la semana.

  1. Abraza las Enseñanzas de Jesús: El núcleo del discipulado cristiano radica en comprender y aplicar las enseñanzas de Jesús. Se trata de convertirse en un aprendiz o un aprendiz Padawan (perdón por la referencia a la Guerra de las Galaxias) del Maestro Jedi Jesús. Sumérgete en una comunidad de seguidores de Jesús con ideas afines y crea ritmos de seguimiento de Jesús en cada parte de tu día y de tu semana.

  2. Cultiva una vida de oración: Orar es difícil. No siempre es emocionante y fácil de hacer, pero la oración es una manera enorme por la cual somos capaces de profundizar nuestra relación con Él y buscar su guía. Incorporar la oración a nuestras rutinas diarias nos permite invitar a Dios a cada aspecto de nuestras vidas y abrirnos a Él para que trabaje en nosotros y a través de nosotros.

  3. Practicar el servicio: Si el discipulado cristiano implica imitar a Jesús, entonces debemos practicar y crecer en el servicio a Dios y a los demás. Después de todo, Jesús no vino a la tierra para ser servido, sino para servir (Mateo 20:28). Servir puede tomar varias formas, puede ser como voluntario, sirviendo en proyectos comunitarios, o sirviendo en tu iglesia local... pero también puede ser sirviendo a la gente que encuentras día a día. Sirviendo a tu vecino, a tu familia, o a los extraños que encuentres.

  4. Fomentar una comunidad auténtica: El discipulado prospera en el contexto de una comunidad genuina. La construcción de relaciones significativas con creyentes de ideas afines proporciona apoyo, aliento y responsabilidad en su camino de fe. Nadie está destinado a seguir a Jesús solo. Participar regularmente en la comunión, unirse a grupos pequeños y comprometerse activamente con la comunidad de su iglesia local (¡quizás necesite unirse a una iglesia!) son formas clave de practicar la comunidad. No te limites a buscar programas a los que unirte, ¡sal ahí fuera e involúcrate en la vida de los demás! La comunidad consiste en vivir juntos CON otros creyentes. Tal vez tu primer paso sea preparar una comida e invitar a otros a cenar.

  5. Sea un testigo a través de palabras y acciones: Aunque las acciones a menudo hablan más fuerte que las palabras, eso no significa que no debamos usar también las palabras. Jesús predicó sobre el reino de Dios y lo ejemplificó con acciones. No tengas miedo de compartir tu historia y experiencias de lo que Dios ha hecho en y a través de tu vida. Tienes una historia que compartir, ¡hazlo!

El discipulado de Jesús no es un concepto abstracto, sino una forma tangible de vivir nuestra vida cotidiana. Al abrazar y practicar las enseñanzas de Jesús, cultivar una vida de oración, practicar el servicio, fomentar relaciones auténticas y ser testigo a través de acciones y palabras, puedes profundizar con Dios en cualquier época de la vida. No esperes a mañana para caminar con Él, ¿por qué no empezar hoy?